Chile: insatisfacción o conspiración, a interpretación – Por Freddy Millan – @millanborges

Al Maestro Pablo Morillo, por la perturbación en la comisión de análisis político (2017)

‘’Si nos preguntamos en qué consiste ese estado ideal de espíritu denominado felicidad, hallamos fácilmente una primera respuesta: la felicidad consiste en encontrar algo que nos satisfaga completamente. Mas, en rigor, esta respuesta no hace sino plantearnos en qué consiste ese estado subjetivo de plena satisfacción. Por otra, qué condiciones objetivas habrá de tener algo para conseguir satisfacernos”

 José Ortega y Gasset (El Espectador, 1916)

Los estallidos sociales y políticos de los últimos meses, han llamado la atención de científicos sociales y analistas políticos. Contrarios a las tesis economicistas, tanto marxistas como liberales, los eventos que marcan la agenda noticiosa mundial, vienen de sociedades prósperas y con indicadores económicos considerados aceptables, mientras que, en los países con los peores indicadores, con represión política, religiosa o étnica, se decantan por las estampidas migratorias.

En su momento en Brasil, se manifestó multitudinariamente contra la corrupción y por la calidad de los servicios públicos, antes del mundial de fútbol y las olimpiadas, luego de una política inclusiva, que sacó de la pobreza a decenas de millones de personas, en tiempos de los altos precios de los commodities, y terminó con el impeachment a Dilma, la detención de Lula y la elección de Bolsonaro.

Las protestas violentas de los “chalecos amarillos” parisinos, los independentistas catalanes, los indígenas ecuatorianos, la oposición boliviana (el país del “socialismo del siglo XXI” con mejores indicadores macro-económicos) y más recientemente en Chile, en contraste economías deficitarias y empobrecidas como Cuba o Venezuela, que no manifiestan con esa violencia, desde luego en medio de la coerción y el miedo a la represión. (ver al final link de Consultores 21)

Al analizar la situación chilena, un nacional austral que vivió en Venezuela, Concha Vergara, nos dice:

Por otra parte, se ha constatado que el crecimiento económico en lugar de aumentar la satisfacción de las personas con diversos aspectos de sus vidas, la reduce (Lora y Chaparro 2008). Este fenómeno, conocido en la literatura especializada como la “paradoja de Easterlin” o “del crecimiento infeliz”, y eso es sin duda lo que ha sucedido con el pueblo chileno que durante 30 años, saliendo de una cruenta dictadura, comenzó a vivir. (http://www.noticierodigital.com/2019/11/mario-h-concha-vergara-chile-hacia-donde-vas/)

Estas aparentes paradojas han relanzado formas de análisis político, económico, sociológico y de psicología social, buscando explicaciones. Aquí nos encontramos con tres categorías de análisis: la Paradoja de Easterlin (1974), La Paradoja del crecimiento infeliz (Lora, 2008) y La Paradoja del campesino feliz (Graham, 2009).

La comprensión de la realidad compleja en devenir (ontología) requiere de una epistemología pertinente. Participamos del criterio expuesto entre otros por Pedro Trigo SJ (2016) que el problema de nuestras sociedades es antropológico y su método de abordaje es el fenomenológico, con el académico chileno Fernando Mires, sobre un análisis político con fundamento a la discursividad epistemológica post-positivista, en el signo, el significado y el significante. 

Debemos en sentido comprensivo abordar el estudio de la contemporaneidad;  con la diferenciación entre descripción y narrativa, entre dato e información, entre causalidad y recursividad, entre mecanicismo y diversidad, entre experiencia y vivencia, de la realidad construida y significada vivencialmente, que los modelos estadísticos no logran explicar y mucho menos comprender, desde la demoscopia que trasciende al dato, lo que genera reacciones contra los encuestadores, por la dialéctica entre deseo y realismo ontológico.

Estas categorías, han sido analizadas académicamente en diversas investigaciones. A continuación, dejamos algunos enlaces y una selección de textos con definiciones y caracterizaciones, mientras reflexionamos para un texto que preparamos, sobre la Formación del Investigador y el entramado estatutario ontológico, epistemológico y formativo, en clave antropológica.

FMB

PS: se pone en cuestión la tesis de la desestabilización, que acusadores y acusados legitiman, en lo que Habermas llama la «ficción de consenso y legitimidad», de una conspiración desde las sociedades más pobres hacia las más prosperas, pero sin descartar la construcción de una narrativa 2.0, que viene del frío.

Textos:

Adjunto 

Bermejo Domínguez. J (2017) Economía de la Felicidad: Implicaciones para las Políticas Públicas. Trabajo de grado. Sevilla: Universidad de Sevilla.

En 1974, Richard Easterlin fue pionero en el estudio de la relación ingreso-bienestar subjetivo ante la creencia generalizada de que mayores niveles de ingresos proporcionaban mayores niveles de bienestar subjetivo. Sin embargo, el análisis de la mencionada relación elaborado por Easterlin tuvo como conclusión la siguiente paradoja: a medida que un territorio aumenta su renta per cápita, los niveles de bienestar subjetivo muestran rendimientos marginales decrecientes (Castellanos, 2012)

Sin embargo, la interpretación de la Paradoja de Easterlin que prima en la mayoría de los autores está próxima a la que hace Turmo et al. (2008): ‘’La Paradoja de Easterlin se refiere al hecho de que el crecimiento de la renta por persona y por tanto del bienestar en términos de bienes y servicios no viene acompañado por un crecimiento similar del sentimiento subjetivo de satisfacción con la vida que la población declara en las encuestas al efecto’’. Esta interpretación defiende que la paradoja tratada es válida a nivel individual y, por consiguiente, a nivel colectivo. Son tres las explicaciones más recurrentes de los autores a dicha paradoja (Castellanos, 2012): 

1) Tras cubrir el umbral de renta que permite satisfacer las necesidades básicas del individuo, las aspiraciones del mismo a mayores niveles de ingresos crecen a la vez que la renta. Esto significa que desaparece el efecto creciente inicial de la renta sobre la satisfacción personal.

 2) La adaptación de las personas a su nivel de ingresos en cada momento del tiempo hace que el bienestar de las mismas se mantenga en niveles similares a pesar de variaciones esporádicas en el nivel de ingresos. 

3) Mayor influencia del ingreso relativo en la determinación del bienestar subjetivo del individuo. Los individuos, a la hora de medir su felicidad, tienden a compararse con su entorno para dar una respuesta certera. Por ello, el nivel de ingresos del individuo comparado con el nivel de ingresos de su entorno será más determinante para medir el bienestar subjetivo del individuo.

LA PARADOJA DEL CAMPESINO FELIZ DE GRAHAM. 

La Paradoja del campesino feliz es la más reciente de las tres analizadas. Fue en 2002 cuando Graham junto con Pettinato hicieron un experimento empírico sobre el nivel de satisfacción de la población de un país según el sector productivo al que pertenezca. No obstante, esta paradoja no fue formalmente formulada por Graham hasta 2009. La Paradoja del campesino feliz demuestra que en los sectores productivos más pobres del país (especialmente el sector primario) son donde se encuentran los trabajadores que muestran mayor nivel de bienestar subjetivo en relación con el nivel de ingresos, pudiendo llegar a superar en nivel de satisfacción a aquellos trabajadores de sectores productivos con un nivel elevado de ingresos (Graham y Pettinato, 2002).

 Las explicaciones a esta paradoja son tantas como interpretaciones pueda haber. Frecuentemente se repiten las siguientes conclusiones explicativas en los diferentes autores:

 – Es una paradoja que explica mejor el caso extremo entre ser pobre y no serlo, sin ser tan explicativa a la hora de analizar las diferencias entre los distintos niveles de ingreso entre los individuos.

– Las expectativas juegan un papel fundamental: los pobres se adaptan a sus bajas aspiraciones de ingreso futuro por lo que pueden experimentar un nivel de satisfacción superior al que le correspondería por nivel de ingresos.

 – Muestra una gran vulnerabilidad de los sectores pobres. Una vez que el trabajador del sector pobre alcanza un nivel de ingresos que permite abandonar el umbral de la pobreza, la posibilidad de volver al mismo actúa como freno en el aumento del nivel de bienestar subjetivo de los trabajadores, es por ello que a partir de este momento el nivel de bienestar revelado por los individuos crecerá de forma más moderada.

Bienestar subjetivo y crecimiento económico: analizando la paradoja del crecimiento infeliz en la Encuesta Mundial Gallup (2013)

BIENESTAR SUBJETIVO Y CRECIMIENTO ECONÓMICO: ANALIZANDO LA PARADOJA DEL CRECIMIENTO INFELIZ EN LA ENCUESTA MUNDIAL GALLUP 

PABLO GLUZMANN

 RESUMEN

 La “paradoja del crecimiento infeliz” que encuentran tanto Lora y Chaparro (2008) como Deaton (2008) en la Encuesta Mundial Gallup (EMG) de 2006 es inconsistente con la literatura en términos del impacto del ingreso sobre el bienestar en el corto plazo. Este trabajo incorpora alternativamente indicadores de desigualdad y el cambio en el bienestar subjetivo al análisis internacional de corte transversal. Del primer ejercicio se observa que la desigualdad no permite explicar la paradoja. Del segundo se concluye que los resultados de la EMG 2006 se vuelven compatibles con la literatura en el corto plazo al especificar correctamente la relación. 

Clasificación JEL: I31, O49, O57

 Palabras Clave: Bienestar subjetivo, Crecimiento, Desigualdad, Gallup.

Recientemente Deaton (2008) y Lora y Chaparro (2008) obtienen un peculiar resultado al analizar datos entre países de la fuente más completa de datos sobre bienestar subjetivo en corte transversal (la Encuesta Mundial Gallup, 2006)2 : controlando por el nivel de producto per cápita, los países con mayores tasas de crecimiento económico son los que presentan menores niveles de bienestar. Este resultado, llamado por los últimos autores “la paradoja del crecimiento infeliz” es inconsistente con la literatura previa.

El efecto de la desigualdad Como mencionan Lora y Chaparro (2008), este resultado puede darse por el impacto de la desigualdad en el bienestar. Si el crecimiento del ingreso (especialmente el de corto plazo) beneficia solamente a un grupo de individuos, el mayor ingreso no necesariamente incrementará el bienestar promedio de todos. En este contexto resulta útil analizar si la relación se mantiene al incorporar la desigualdad como control. En la Tabla 2 se replican las regresiones anteriores incorporando el índice de Gini del ingreso per cápita familiar de cada país. 17 De la tabla se evidencia que el nivel de desigualdad de ingresos no parece incidir (una vez que controlamos por producto y crecimiento) en el nivel de bienestar medio, y la relación entre nivel de bienestar y crecimiento se mantiene. Esto puede sugerir que debemos buscar otras explicaciones alternativas a la hipótesis de desigualdad. 

17 La construcción del ingreso per cápita familiar en la Encuesta Mundial Gallup se documenta detalladamente en Gasparini y Gluzmann (2012). 

18 Gluzmann y Gasparini (2013) estudian la desigualdad del bienestar subjetivo y encuentran que esta dimensión está negativamente relacionada con el nivel medio de bienestar entre los países. Pese a la endogeneidad inherente en este control se replicó el ejercicio de la tabla 2 incluyendo el índice de Gini del bienestar subjetivo, con el objeto de testear si los coeficientes del crecimiento revierten su signo, pero esto tampoco ocurre

Comentarios finales

 La “paradoja del crecimiento infeliz” que encuentran tanto Deaton (2008) como Lora y Chaparro (2008) es inconsistente con la literatura previa en términos del impacto del ingreso sobre el bienestar en el corto plazo. En este trabajo se replican los resultados de Deaton (2008) y Lora y Chaparro (2008) con datos de la EMG, se explora el potencial efecto de la desigualdad en la relación, se replican los resultados de corte transversal con datos de la EMV-EEV, pero se obtienen resultados opuestos al realizar estimaciones de panel con esta última fuente, o al utilizar datos de corte transversal para otros momentos del tiempo. Por último se intenta aproximar la relación entre cambio en el bienestar y crecimiento, obteniendo una relación positiva. De los ejercicios realizados se observa que el potencial incremento en la desigualdad provocado por el crecimiento económico, no permite explicar la paradoja, y se obtiene que la paradoja desaparece al utilizar como variable dependiente el cambio en el nivel de bienestar en lugar del nivel. Independientemente de la discusión sobre efectos de largo plazo, los resultados de la EMG 2006 se vuelven compatibles con la literatura previa en el corto plazo al especificar correctamente la relación.

El bienestar subjetivo en América Latina (2015)

David Gómez-Álvarez Víctor Ortiz Ortega Compiladores

Universidad de Guadalajara

México

Haz clic para acceder a El%20Bienestar%20Subjetivo%20desde%20Am%C3%A9rica%20Latina%20UdeG%20v0.10%20%281%29_0.pdf

El bienestar subjetivo en América Latina 8 El Bienestar subjetivo en América Latina hoy generan malestar. De hecho, la evidencia nos dice que la opinión pública está relacionada e influye en las instituciones. iippg.cucea.udg.mx

Los conceptos del bienestar y el progreso se encuentran en proceso de evolución y redefinición constante. Su procuración y medición han pasado de variables e indicadores predominantemente económicos, a modelos más integrales, equilibrados, y multidimensionales; donde además se contemplan variables de desarrollo humano, identidad cultural, equidad, sostenibilidad ambiental y bienestar psicosocial, también llamado subjetivo.

 El bienestar subjetivo está en el centro de la agenda pública internacional, éste implica un llamado y un esfuerzo de parte de los gobiernos para implementar políticas públicas que fomenten la calidad de vida y el bienestar de los ciudadanos. Esta labor se suma a la tendencia internacional por la construcción participativa del desarrollo, como lo plantea la Agenda Post 2015 de las Naciones Unidas. No se trata de sustituir una medición por otra, sino de complementar la noción objetiva del bienestar con la experiencia vivida por los ciudadanos (ONU, 2013)

René Millán señala en este libro que el bienestar se refiere al hecho de que toda persona pueda conducir su biografía y llevar una vida satisfecha dentro de un rango aceptable de elegibilidad y sustentabilidad con objeto de que se tenga certidumbre sobre esa capacidad y condición. Si bien la posibilidad de construir la propia historia personal, implica la capacidad de adaptación a las instituciones para desarrollar capacidades y aprovechar las oportunidades que plantea, también implica la posibilidad de transformación de las instituciones, para que éstas sirvan a los intereses ciudadanos, si es que no lo hacen: instituciones donde las personas puedan ser y desarrollarse. Para la primera capacidad, la de adaptación a las instituciones, los latinoamericanos parecemos entrenados, para la segunda, la de transformación institucional, parece faltarnos entrenamiento. ¿Cómo es que sobrevivimos en el malestar? Tras la muerte del anarquista mexicano Ricardo Flores Magón en un calabozo de Kansas City en 1922, la compilación de su correspondencia desde la prisión se tituló: “Nada es tan desalentador como un esclavo satisfecho”2 . Más allá del contenido de esa correspondencia, por demás revolucionaria a la vieja usanza bolchevique, el título nos confronta con la realidad del bienestar en América Latina: pobreza y carencias objetivas, frente a aceptables niveles de satisfacción de la población, en términos subjetivos.

En este sentido, revelar la satisfacción y la insatisfacción en distintos dominios de vida es un análisis fundamental, ya que muestra la sanidad emocional de los sujetos y su posibilidad de adaptación, pero también la necesidad de transformación institucional para el desarrollo, esto último en los desajustes e insatisfacción del sujeto respecto de ciertos dominios, o aspectos estructurales. No es de extrañar, por tanto, que en la investigación sobre el bienestar subjetivo en Latinoamérica y en el mundo, el capital social, la democracia, la calidad de gobierno, la seguridad o el acceso a bienes públicos tengan un efecto tanto o más importante que el ingreso (Graham y Lora, 2011)

 . La presente publicación busca dar cuenta de estos fenómenos, reuniendo una serie de textos de distinguidos autores latinoamericanos interesados en el bienestar subjetivo. El libro se divide en tres capítulos, en el primer capítulo se define el bienestar subjetivo y su relación con las políticas públicas; en el segundo apartado se abordan los determinantes objetivos y subjetivos del bienestar, contrastando el enfoque de desarrollo de capacidades humanas y el de bienestar subjetivo; y por último, en el tercer capítulo se muestran algunos estudios y aproximaciones al bienestar subjetivo en América Latina.

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